Durante el encuentro representantes de cuarenta diócesis de toda España y maestros de celebraciones de catedrales profundizaron en el tema de "El ceremonial de obispos y la liturgia episcopal"
León, 16 de enero de 2020
El obispo de León, Don Julián López, ha recibido un homenaje especial a toda su trayectoria como experto liturgista en el marco del Encuentro anual de delegados diocesanos de Liturgia que se ha celebrado en Madrid los pasados días 14 y 15 de enero. Una convocatoria clásica en la que todos los años, por estas fechas, los delegados de liturgia de España se reúnen para reflexionar y estudiar en común un tema litúrgico que pueda resultar de interés para el trabajo pastoral en las respectivas diócesis. Estos encuentros son presididos por el presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, responsabilidad que ocupa en la actualidad el obispo de León, Don Julián López, y cuenta con la presencia de los obispos miembros de dicha comisión, coordinados por el Secretariado de esta Comisión Episcopal de Liturgia, responsabilidad al frente del cual está también el sacerdote leonés Luis García.
En este encuentro de 2020 se abordó el tema "El ceremonial de obispos y la liturgia episcopal" porque recientemente se ha publicado este libro en su versión para España. Por esta razón, se invitó también a los maestros de celebraciones y prefectos de liturgia de las catedrales de España, lo que situó en 80 el número total de participantes en este encuentro anual, provenientes de 40 diócesis españolas.
Entre los ponentes destacó la presencia de Mons. Piero Marini, conocido fiel maestro de celebraciones pontificias durante veinte años, en los pontificados del papa san Juan Pablo II y de Benedicto XVI, que fue el encargado de abrir las sesiones de trabajo.
SENTIDO HOMENAJE
En el transcurso de este encuentro tuvo lugar un sentido homenaje a Don Julián por los quince años que lleva al frente de la Comisión Episcopal de Liturgia, cargo en el que cesará en la próxima renovación orgánica de la Conferencia Episcopal del próximo mes de marzo por disposición de los estatutos de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Entre 1982 y 1993 colaboró en el Secretariado Nacional de Liturgia y de 1992 a 1995 fue presidente de la Asociación Española de Profesores de Liturgia. Don Julián López forma parte de la CEE desde su ordenación episcopal en 1994, como obispo de Ciudad Rodrigo. Desde 2002 a 2011 fue presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia, durante tres trienios sucesivos. Reelegido nuevamente en 2014, está completando otros dos trienios que terminarán en la próxima renovación durante la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal el próximo mes de febrero de 2020, no pudiendo ser ya reelegido porque según los actuales Estatutos de la Conferencia los trienios sucesivos solamente podrán ser dos. En 2005 participó en Roma en la Asamblea general del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, representando a la Conferencia Episcopal Española. Es también miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Roma) y delegado nacional para los Congresos Eucarísticos Internacionales, habiendo participado en los de Dublín (Irlanda), Cebú (Filipinas) y, por ahora, en la preparación del de Budapest (Hungría) que tendrá lugar este año.
Una dilatada trayectoria desde esta especialización como liturgista que era reconocida en la jornada de apertura de este Encuentro anual con un homenaje de los delegados diocesanos de liturgia quie consistió, en primer lugar, en mostrar el recorrido de la vida, ministerio y magisterio litúrgico de Don Julián, perfil que trazó Don Jaime Sancho, con quien le une una larga amistad desde sus estudios litúrgicos en Roma. También se leyó un mensaje que con este motivo envió el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; entre otras muchas cosas, el cardenal escribía: «a nadie le es extraño relacionar vuestro nombre con la Liturgia, dado el vasto número de publicaciones y conferencia que le habéis dedicado en España y en otros países del mundo». Finalmente se le hizo entrega de un obsequio que consistió en un Evangeliario en cuyas guardas, realizadas por un orfebre, se reproduce, en el anverso, un Pantocrátor románico y, por el reverso, el escudo episcopal de don Julián.