Sr. María Adela González Rodríguez
Nació el 15 de abril de 1941 en Tejerina, un pueblo pequeño de la
provincia de León (España).
A los 21 - 22 años se marchó con las misioneras combonianas a
Italia y después de unos años de formación realizó su profesión el
03 de mayo de 1968 en Italia.
Estuvo poco tiempo en casa Generalicia porque enseguida fue
enviada a Londres para estudiar inglés y para prepararse
profesionalmente. Estudió para ser enfermera. Allí en Londres
estuvo desde 1969 hasta el año 1973 que fue enviada a México,
su primera misión.
En México estuvo 20 años, en distintas comunidades y en
diversos períodos. Estuvo también en Ecuador (antigua provincia
Ecuador, Perú, Colombia) cuatro años. En España estuvo
únicamente tres años. Fue desde aquí que los superiores la
enviaron a Sudán del Sur.
Adela llegó con 60 años a Sudán del Sur donde trabajó sobre todo
con los epilépticos. Ella contaba orgullosa que su trabajo supuso
una mejora sustancial en la calidad de vida de estos enfermos y en
la de la sociedad en general.
Durante 13 años trabajó en Sudán del Sur y en 2013 fue destinada
a Kenia donde estuvo 7 años. Fueron años dedicados a las
jóvenes en formación. Adela colaboró con distintas formadoras en
la casa del postulantado en Kenya. Muchísimas de nuestras
hermanas africanas la recuerdan con mucho cariño. Con ellas
aprendieron muchas cosas de la vida comunitaria y sobre todo, la
cercanía a los más pobres en las chabelas de Kariobangi y
Korogocho.
En 2020 regresó a Sudán del Sur pero viviendo en Kenia, en la
casa provincial que las hermanas de Sudán del Sur tienen allí. Ya
por edad su responsabilidad era la de la acogida. Acoger a
hermanas que llegaban a la capital para cuidados médicos o bien
para resolver problemas de documentos.
En su vida ella tenía grabada una frase muy importante: “Los
pobres nos evangelizan” y solía contar anécdotas que
demostraban cómo la gente, en su sencillez y pobreza, ha
mostrado su generosidad de mil maneras.
El 3 de septiembre de 2024 llegó a Madrid desde kenia con una
salud muy delicada.
Adela ha sido una persona de una gran sencillez, muy cercana y
con un sentido del humor muy agudo, a pesar de las limitaciones
de su avanzada edad.
En el trato que hemos tenido con ella en este tiempo hemos
subrayado su educación, su trato amable con todas, su capacidad
para aceptar todo sin quejarse y su alegría
https://youtu.be/H6DaEHJEnnU?si=ZcvJdj-c-1-wKT2u