CARTA A NUESTROS MISIONEROS/AS
Navidad 2017 en el “Año Vocacional”
Mis queridos hermanos y hermanas en
la misión exterior:
La delegada diocesana de Misiones,
puntualmente, me ha recordado que debo escribiros por Navidad y hacerlo con
tiempo. Todavía falta mucho, pero no quiero retrasar su tarea. Lo que importa
es que os llegue el abrazo afectuoso de vuestra Iglesia de origen y el mío
personal y en representación de todos los diocesanos. Os escribo en las
vísperas del Adviento, cuando en la solemnidad de Cristo Rey (26-XI-2017), el
Señor nos regala un nuevo presbítero. Se llama Guillermo Álvarez Rodríguez,
tiene 33 años y es natural de León. Entró en nuestro Seminario en 2010 y ha
ejercido el diaconado en la Unidad
pastoral de Puebla de Lillo (11 parroquias) y allí vuelve como párroco.
Pedid por él y por los otros cuatro seminaristas del Seminario de San Froilán más los otros 17 del Seminario “Redemptoris Mater” Virgen del Camino (neocatecumenales).
En este tenemos un diácono que pronto se unirá como presbítero a los otros tres
salidos ya de este último y que están trabajando en la diócesis. Este Seminario
“misionero” cumple ahora precisamente 10 años de su erección y lo celebramos,
como podéis suponer, dando gracias a la “Reina
y Madre del pueblo leonés”, bajo cuya advocación lo abrimos.
Este curso pastoral 2017-2018 tiene
un sello marcadamente vocacional. En septiembre, al término de la XVI Semana de Pastoral inaugurábamos un “Año
pastoral diocesano vocacional”
con la finalidad de estimular la conciencia misionera en toda la diócesis, cuyo
fundamento está en la misión evangelizadora de la Iglesia que, para cumplirla,
necesita tener siempre presente el mandato del Señor: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies
que envíe obreros a su mies» (Mt 9,37-38). Estamos, por tanto, no solo ante
una necesidad circunstancial -la penuria de sacerdotes que empezamos a advertir
hace unos años y que se hace cada vez más apremiante- sino también ante un
requerimiento permanente que brota de la naturaleza misionera de la Iglesia y
de la necesaria corresponsabilidad y colaboración activa de todos sus miembros.
Esto
lo sabéis muy bien los misioneros/as, verdaderos adelantados de nuestra Iglesia
especialmente en la misión ad gentes pero
también en nuestra sociedad, cada día más secularizada. Os pido, pues, vuestra
oración y agradezco vuestro testimonio. No pocas veces la inclinación “misionera” ha abierto la puerta y
facilitado la escucha de la vocación sacerdotal en nuestras parroquias y
colegios. Y está más que comprobado que el interés por la vocación depende, en
gran medida, del testimonio de sacerdotes felices de su condición. Esta será
siempre la mejor pastoral vocacional. Por eso valoro mucho vuestra presencia
cuando estáis entre nosotros. ¡Cómo me gustaría que nuestros niños y jóvenes os
conocieran! Pero cuando venís en el verano, ellos están de vacaciones. No
obstante permitidme invitaros a escribir contando vuestras experiencias.
Dirigid la carta a la Delegación
diocesana de Pastoral vocacional, al obispado (Plaza de Regla, 7. 24003
LEON) o, mejor, vía Email al delegado D. Roberto: hipodasilva@gmail.com).
Y
ahora, la felicitación navideña: Que
el Señor nazca de nuevo en vuestros corazones y os colme de la alegría que
invadió a los pastores de Belén cuando visitaron a Jesús recién nacido en
brazos de María: ¡Feliz pascua de
Navidad! ¡Cristo ha nacido, venid a adorarlo! Os abraza, se encomienda a
vosotros y os bendice:
+ Julián, obispo
de León