1.-
No me mueve, mi Dios, para quererte C
… uarentena ?
el cielo que me tienes prometido; O
… organízate !!!
ni me mueve el infierno tan temido R … eflexiona
para dejar por eso de ofenderte.
N … o
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y, aunque no hubiera infierno, te temiera.
S … anadas … !!!!
S … anadas … !!!!
No tienes que me dar porque te quiera,
pues, aunque cuanto espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera. Amén.
2.-
En esta tarde, Cristo del Calvario,
Vine a rogarte por mi carne enferma;
Pero al verte, mis ojos van y vienen
De tu cuerpo a mi cuerpo con vergüen za.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados, N
… ervioso
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a Ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
R … eclaman
R … eclaman
cuando tienes rasgado el corazón?
U
… rgentemente
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mí todas mis dolencias.
El ímpetu del ruego que traía
Se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada,
Estar aquí, junto a tu imagen muerta,
Ir aprendiendo que el dolor es sólo
La llave santa de tu santa puerta. Amén
3.-
En tus manos, Señor pongo mi vida C … on
con todas sus angustias y dolores; O
… oración
que en ti florezcan frescos mis amores R
… eparadora
y que halle apoyo en ti mi fe caída. O … frezco (Padre Dios)
N … oches
y que halle apoyo en ti mi fe caída. O … frezco (Padre Dios)
N … oches
Quiero ser como cera derretida
que modelen tus dedos creadores;
y morar para siempre sin temores
de tu costado en la sangrienta herida.
Vivir tu muerte y tus dolores grandes,
disfrutar tus delicias verdaderas I
… implacables
y seguir el camino por donde andes.
Dame señor, Señor, huir de mis quimeras,
dame, Señor, que quiera lo que mandes
para poder querer lo que tú quieras. Amén.
4.-
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño:
Tú, que hiciste cayado de ese leño
En que tiendes los brazos poderosos,
Vuelve los ojos a mi fe piadosos
Pues te confieso por mi amor y dueño
Y la palabra de seguirte empeño
Tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, Pastor, pues por amores mueres, V … ence … !!!
no te espante el rigor de mis pecados
pues tanto amigo de rendido eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados …
Pero, ¿cómo digo que me esperes
si estás para esperar, los pies clavados?
Amén.
B
… endice !!!
E
… engrandece
N
… arra
I
… ncontables
G
… racias
N
… unca
O
… lvídense !!
