«No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20)
En España ya casi están estrenando el Domund. Acá, con siete horas de retraso, aún estamos de vísperas. Acabo de leer el Pregón, este año desde Toledo.
Y sí, tengo que repetirlo: lo que hemos visto y oído es que LOS POBRES NOS EVANGELIZAN. Es mucho más lo que recibimos que lo que damos. Si en algunos es verdad aquello de “recibiréis el ciento por uno en esta vida…” es en nosotros, los misioneros. Y no es que lo repitamos por falsa humildad o porque cae bien decirlo, no: es una realidad. Son muchas más las gratificaciones que recibimos que los “supuestos sacrificios” que hacemos.
Y sí, es importante que ustedes crean y vivan que estamos anunciando al Señor Jesús para que sean más los que lo conozcan, pero créanme, por experiencia lo digo: es más importante que pongamos nuestro ladrillito para la construcción de ese Reino de Dios al que el Papa nos anima en la Fratelli Tutti. Y en eso, como él, nos unimos a todas las personas de buena voluntad sin pedirles el DNI ni preguntarles su religión. Como hizo la señora hindú, corriendo a regalar la mitad de la comida a su vecina musulmana, con hambre como ella (me alegró escucharlo de Pepe Rodríguez Rey).
Ojala todos podamos contar en positivo lo que hemos visto y oído, lo que hemos experimentado.
José Mª Rojo García
Lima Sur-Perú